Serie para la exposición ‘Barcelona mira en negre’ de la galería Valid foto.
El portfolio KRIMI surge de la reflexión en torno a las influencias de la Literatura –concretamente la novela negra– y el Cine: de cómo un texto se convierte en imagen y esa imagen en fotografía.
Argumentos, tramas y motivos, en su origen literarios, pasan, gracias a la fotografía, de un lenguaje textual a uno visual, con un hilo conductor común: el cine negro. Por lo que, quizás, podríamos atribuir a esta serie de imágenes el género de ‘fotografías meta-narrativas’ tanto en la forma como en el contenido.
En KRIMI se conjugan tres disciplinas artísticas, en principio, independientes: partiendo de textos literarios de la novela negra y a través de un fondo documental de icónicos referentes y trabajos de grandes directores como Hitchcock, Preminger, F. Lang, Laughton… maestros del blanco y negro, surge una reinterpretación de imágenes, una meta-técnica que ‘fotografía esos fotogramas’, a los que se les ha añadido una característica distintiva: la fuerza del color –con el que Nalda suele dotar sus trabajos–. Aquí, al blanco y negro original se le han aplicado gamas de color inspiradas en los cómics de los años ‘40, como por ejemplo, los de Chester Gould o Will Eisner…, saturándolas hasta llegar a un color tan rebosante y vibrante que resultará ser un protagonista más de esa configuración de tramas.
Esta ‘Meta-estructura técnica’ de ‘fotos dentro de fotos’ no se ciñe exclusivamente al ámbito de la forma: es decir, cómo están ‘contadas’ las fotografías, sino que también se extiende a su contenido: a qué es lo que cuentan. Pues cada una ellas puede ser interpretada como una historia independiente al centrarse en un aspecto concreto de la intriga: el asesinato, la investigación policial, el móvil del crimen, un testigo, la huída…
Pero, al mismo tiempo, todas y cada una de ellas forman parte de una sucesión indisoluble de acontecimientos, a modo de eslabones encadenados entre sí con un mismo fin: resolver el misterio, sea eso posible o no.
En esta cadena de sucesos, los detalles aparentemente insignificantes aquí son sublimados a categoría principal, pues no sólo pueden ser la clave para descubrir el enigma, sino que también transmiten lo que hace singular a toda obra de misterio: la angustia, la duda, el miedo, el desconcierto, la nocturnidad… ya sea en el lenguaje literario, cinematográfico o fotográfico.
La serie Krimi captura en fotografías el instante preciso de un fotograma concreto para, al reinterpretarlo, dotarlo de múltiples dimensiones.
M.Dauster
